La producción avícola moderna ha implicado una mejora continua de los niveles productivos y la conversión del alimento. Como resultado, los animales consumen menos carotenoides a partir de las materias primas, lo que justifica una suplementación adicional. Esta suplementación de carotenoides también ha permitido utilizar materias primas sin xantofilas y asegurar una menor variabilidad en los niveles de pigmentación entre animales.
Las xantofilas, una vez ingeridas, se disuelven en la fase lipídica de la dieta y son solubilizadas en micelas formadas por:
- Ácidos biliares
- Fosfolípidos
- Colesterol
- Ácidos grasos
- Monoacilglicéridos
Esto facilita su absorción por los enterocitos (Kotake-Nara & Nagao, 2011; Tyczkowski et al., 1989; Yeum & Russell, 2002). La proporción de xantofilas influye en su biodisponibilidad y depende, entre otras cosas, de las características de la dieta y de la xantofila en cuestión (Kotake-Nara & Nagao, 2011).
Factores que afectan a la biodisponibilidad de las xantofilas y la pigmentación en avicultura
TIPOS DE CAROTENOIDES
Las xantofilas utilizadas en avicultura pueden ser de origen natural o sintético. Las xantofilas de origen vegetal provienen mayoritariamente del extracto de Marigold (Tagetes erecta), rica en luteína (xantofila amarilla) y de pimiento rojo (Capsicum annuum), rica en capsantina (xantofila roja).
SAPONIFICACIÓN
Las xantofilas vegetales están mayoritariamente en forma esterificada, ligadas a ácidos grasos. Estas xantofilas deben ser liberadas para su absorción intestinal. Sin embargo, las lipasas intestinales del ave sólo hidrolizan parcialmente estos ésteres (40-60% de hidrólisis). Es por ello que estos extractos se someten a un proceso de saponificación, liberando las xantofilas y aumentando su biodisponibilidad
ISÓMEROS
Asimismo, las xantofilas se someten a un proceso de isomerización (rotación de la molécula en el punto de un determinado doble enlace) ya que el isómero trans de las xantofilas es más estable y posee una coloración más intensa que el isómero cis (Hamilton y col., 1990).
La eficacia de los productos pigmentantes puede verse comprometida ante condiciones de almacenamiento o manipulaciones incorrectas, puesto que son sensibles a la luz y a valores elevados de humedad y temperatura. En buena medida, el uso de antioxidantes adecuados, permite estabilizar las xantofilas, muy sensibles a la degradación por oxidación.
Composición de la dieta
Obviamente, es importante asegurar que la dosificación del producto pigmentante y la homogeneidad de la dieta son las adecuadas. De lo contrario, pueden surgir problemas de variabilidad en la pigmentación dentro de cada lote. Si hay una excesiva subdosificación, incluso pueden aparecer pollos anormalmente blancos. En pollos, con las genéticas actuales, es recomendable empezar la pigmentación a los 7-10 días de edad a dosis moderada, con un período de pigmentación mínimo total de 30-35 días. Durante las últimas 3-4 semanas de vida, el aporte de 40-60 g de xantofilas totales/tonelada de pienso permitirá obtener una óptima pigmentación amarilla de piel y tarsos. La adición de 6-9 g/tonelada de xantofilas rojas, además de las anteriores, resulta en una coloración más anaranjada.
GRASAS
Por otro lado, al compartir mecanismos de absorción con las grasas, el porcentaje de inclusión y composición de éstas influyen de forma determinante en la coloración. Como ejemplo, los ácidos grasos saturados de cadena larga como el mirístico, palmítico y esteárico dificultan la absorción de los carotenoides, mientras que los ácidos grasos saturados de cadena corta e insaturados de cadena larga mejoran la absorción. Asimismo, la absorción de pigmentos es muy superior si la dieta contiene grasa añadida (Hamilton, 1992; Tyczkowski et al., 1989).
OXIDACIÓN
La calidad de la grasa, en particular, su estabilidad oxidativa, es un factor muy importante. Una dieta sin una protección antioxidante adecuada y con presencia de moléculas derivadas de los procesos de oxidación, puede afectar a la pigmentación, puesto que las xantofilas son moléculas altamente susceptibles a la oxidación. Asimismo, la presencia de peróxidos y otras moléculas oxidativas pueden alterar la salud intestinal (Dibner et al., 1996) y la absorción de nutrientes, incluidas las xantofilas.
Por tanto, se deberían utilizar en la dieta niveles adecuados de:
- Antioxidante
- VItamina E
- Vitamina C
- Selenio
En relación con lo anterior, la presencia de elementos pro-oxidantes, como los minerales hierro y cobre, pueden alterar la estabilidad y la capacidad pigmentante de las xantofilas. Se recomienda reducir al mínimo el almacenamiento de mezclas vitamino-minerales en las que se incluya el pigmentante, para minimizar el riesgo de pérdidas por oxidación.
VITAMINA A
También es importante una adecuada inclusión de vitamina A. Esta vitamina compite con las xantofilas en los mecanismos de absorción, en consecuencia, niveles excesivos de vitamina A evitarían alcanzar los niveles de pigmentación deseados.
ABSORCIÓN
Por otro lado, componentes que aumentan la viscosidad intestinal y afectan a la absorción de nutrientes, como arabinoxilanos y β-glucanos, también pueden reducir la absorción y biodisponibilidad de xantofilas
MICOTOXINAS
Por otra parte, hay que destacar la importancia de la presencia de micotoxinas en la dieta, puesto que alteran en diferente medida la capacidad metabólica del hígado, la integridad del epitelio intestinal y, en consecuencia, la capacidad de absorción de xantofilas.
Factores del animal
SALUD DEL ANIMAL
La integridad del epitelio intestinal es un factor clave para la eficacia de las xantofilas en la pigmentación. Por tanto, aquellas patologías que impliquen una alteración de la mucosa intestinal, como podría ser la enteritis necrótica (Clostridium perfringens) o coccidiosis (en especial aquellas causadas por Eimeria maxima y Eimeria acervulina, que afectan al tramo proximal del intestino) perjudicarán la absorción de las xantofilas (Tyczkowski et al., 1991; Frade-Negrete et al., 2016) (tabla 1).
En general, cualquier proceso infeccioso ligado a alteraciones metabólicas o descenso en la ingesta de alimentos, como infecciones por reovirus, enfermedad respiratoria crónica (CRD, del inglés Chronic Respiratory Disease), hepatitis con cuerpos de inclusión, enfermedad de Gumboro, enfermedad de Newcastle, Coriza infecciosa, etc., podrían producir un problema de pigmentación en las aves.
Resultados: media ± error estándar con diferentes superíndices en una misma columna difieren significativamente (P < 0.01)
FACTORES GENÉTICOS
Como mencionábamos en la introducción, hay que considerar factores genéticos de selección de los pollos, que determinan parámetros de crecimiento y conversión optimizados, pero que implican menor ingestión y absorción de carotenoides en la dieta.
INSTALACIONES Y MANEJO
Las elevadas temperaturas, una deficiente ventilación, una higiene insuficiente o unas densidades excesivas, entre otras causas, pueden conducir a problemas de estrés que pueden afectar al consumo de pienso y la eficacia de los pigmentos. Asimismo, un descenso en el consumo de agua viene acompañado en muchas ocasiones por un descenso en el consumo de pienso, hecho que podría causar también un problema de pigmentación en los animales.
PROCESADO EN MATADERO
En el escaldado previo al desplume es importante no superar los 55ºC durante 2 minutos. Por encima de esta temperatura el riesgo de afectar a la pigmentación se incrementa de manera importante.
El esquema siguiente es un resumen del artículo y es de utilidad para la identificación de los problemas de pigmentación.