El país asiático volvió a autorizar la importación de carne argentina con la certificación Halal, garantía de calidad acorde con las exigencias de la religión musulmana.
La embajada argentina en Singapur, reabierta recientemente, comunicó que el Consejo Religioso Islámico de Singapur (MUIS), encargado de las certificaciones, aceptó una propuesta que el Gobierno presentó en agosto pasado.
Desde mediados de 2016, el MUIS no reconocía a ninguna certificadora argentina de Halal, por lo que a partir de esta medida el potencial de las carnes argentinas es muy importante.
El crecimiento se vería impulsado por la reciente habilitación de la autoridad sanitaria de Singapur a los productos con hueso, enfriados y congelados, de la región libre de aftosa con vacunación del país. También suma el perfil del destino por tratarse de una de las naciones con mejor poder adquisitivo del mundo y un importador neto de alimentos, mayormente exentos de aranceles.