Uruguay : Ruben Echeverría: “Pese a los problemas el ovino es rentable”

El presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana abordó distintos temas del rubro ovino. Consideró que más allá de estar dentro de un contexto de falta de competitividad de los productores agropecuarios, los ovejeros están levantando el ánimo. “El rubro ovino es rentable, con poca inversión se tiene un retorno rápido”, aseguró. Y consideró que “debe ser el rubro más rentable y competitivo por hectárea”. Eso sí, para Ruben Echeverría se deberían solucionar temas como los perros, el abigeato “y especialmente la bichera”, para lo cual adelantó que “estamos trabajando entre SUL, INIA y el BID para poder erradicarla lo que sería fundamental”.

-¿Cómo afronta la presidencia del SUL? 
-Asumí como alterno de Alejandro Gambetta que por motivos personales pidió licencia. Significa un honor y un orgullo presidir esta institución tan importante que representa a los productores ovejeros de todo el país. Además de ser una gran responsabilidad defender sus intereses.

-¿Cómo ve el ánimo de los ovejeros en estos momentos? 
-Viene de menos a más. Por distintas circunstancias los productores agropecuarios no están pasando por su mejor momento ante la falta de competitividad en el país. Estamos a principios del año, momento en el cual todo el mundo está empezando a pagar la contribución, la patente, etc. y se genera una falta de dinero para mentalizarse y encarar la encarnerada. Pero veo al rubro ovino con luz verde y a los productores con ánimo.

-¿Es optimista? 
-Sin dudas, soy optimista por muchos factores. Pero pasa por la rentabilidad y si Uruguay tuviera políticas de Estado a largo plazo sería fantástico. El productor sabe cómo trabajar la oveja, cómo desarrollarla en su predio y cómo darle mayor eficiencia a su establecimiento.

-¿Cómo ve al rubro lana? 
-Hay gran demanda, especialmente para las finas con precios extraordinarios lo que ha hecho cambiar la rentabilidad de los productores de estas lanas. Y los de lanas medias, en los últimos 15 o 20 días hubo una explosión de precios, muchos productores han vendido la zafra en febrero a precios que quizás no pensaban hace un par de meses y eso aumenta la rentabilidad y cambia el ánimo para seguir encarnerando sus ovejas. Eso se ve en los últimos remates, donde hay merma de oferta de vientres, por retención, pero por otra parte lo que se ofrece se coloca con suma fluidez. Eso sin dudas refleja el ánimo.

-¿Y el rubro carne? 
-El cordero pesado tiene una salida importante, se han buscado mercados en Brasil, en Estados Unidos, con la carne ovina sin hueso, por lo cual lo veo bien.

-¿Qué papel juega el compartimento ovino? 
-Está dando una gran mano. Los productores que han invertido están muy satisfechos. Sacan en torno a un dólar más de lo que vale en el mercado y en poco tiempo desquitan la inversión. Lo que empezó como un Compartimento experimental en SUL, hoy ya son 4 o 5 y se están por abrir otros. Eso anima a los productores que lo están haciendo y a los que están por el costado también, porque ven que hay inversiones en el rubro ovino.

-¿Es optimista en la recuperación del stock? 
-Ha habido una bajada importante, pero lo mismo ha pasado en Nueva Zelanda, que de 60 millones están en 25 millones, y en Australia que bajó a la mitad. El problema es la competencia con otros rubros. En su momento el rubro lechero incidió y en estos últimos años la forestación ha sacado muchos campos ganaderos ante la rentabilidad que tiene hoy.

-¿Es rentable el ovino hoy? 
-Sin dudas. Es muy rentable, con poca inversión se tiene un retorno rápido. Con la carne a US$ 3,40, y la que va a EEUU arriba de 4. Debe ser uno de los rubros más rentables y competitivos por hectárea frente a la agricultura. Además el ovino permite desarrollarse al productor chico y al grande.

¿Qué le faltaría? 
-Hay que hacerlo más eficiente, sacar más kilos de lana por hectárea, aumentar los porcentajes de señalada de los corderos. Eso se hace con poca cosa, con manejo, con apoyo del SUL donde están los técnicos para asesorar. Y tratando de combatir los grandes males que siguen estando.

-¿A cuáles se refiere? 
-Los perros, el abigeato (que no vemos coordinación entre la policía y los fiscales) y especialmente la bichera. Sobre la mosca del gusano barrenador el SUL viene trabajando mucho. Hay un proyecto con el BID e INIA y esperemos que salga en poco tiempo. La idea es con machos estériles tratar de fecundar esas moscas nativas del Uruguay del gusano barrenador. Eso sería fundamental para el rubro ovino. Si desaparecen las bicheras sería un gran estímulo para el productor. Porque además de complicar el manejo genera muchas pérdidas.

-¿Están cuantificadas? 
-En el año 2000 la FAO hizo una estimación y dio un valor de US$ 210 millones para Uruguay. En 1996 el MGAP por encuestas sacó un valor solo de pérdidas directas (gastos de cura bichera, jornadas hombre, mortalidad) de US$ 24,5 millones. Y en el año 2006 una encuesta del MGAP también por esas pérdidas dio US$ 38,4 millones. Estas son estimaciones, pero se está trabajando en forma técnica y científica para tener datos concretos. Porque desde el SUL, lo vemos como un tema crucial.

-¿Cuál es su objetivo como presidente del SUL? 
-Siempre se ha manejado la extensión, una relación de los técnicos con los productores ovejeros de todo el país. También en el SUL hay un recambio generacional, entraron muchos técnicos nuevos con mucho entusiasmo y ganas de trabajar. Es bueno apoyarlos, porque en la interacción con los jóvenes que se están arrimando al rubro van a salir buenas cosas para la oveja.

-Recuperar la cultura ovina. 
-Exactamente. Las lanas fueron la mayor entrada de divisas al país, eso se ha perdido un poco, pero se debe recuperar. Ahí está el futuro del ovino, darle ánimo a los jóvenes y mostrarles que les va a dar rentabilidad y un medio de vida para quedarse en el campo y en el país, sin tener que salir a demostrar lo que aprendieron en otros países lejanos.

-Además SUL tiene nuevo gerente general. 
-Sí, el Ing. Agr. Romeo Volonté quien sabe escuchar y repicar las cosas en los técnicos. Esperemos que tengamos un gerente por muchos años, como lo fue Gabriel Capurro que estuvo 15 años.

Fuente: El país

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