El prolífico negocio de la comida halal

El prolífico negocio de la comida halal

Los 1,9 millones de musulmanes que vivían en España en 2015 gastaron 2.421 millones de euros en alimentación.
Unas pocas decenas de empresas que se dedican íntegramente a la comida halal se concentraban en un rincón del salón internacional de Alimentaria. A pesar del espacio reducido, y de que no presentaban productos tan espectaculares como algunas de las innovaciones gastronómicas que se han visto en otras partes de esta feria, el mercado halal, el que sigue las pautas que marca la ley islámica, es mucho más grande de lo que a primera vista parece.

Alimentaria ha acogido estos días el segundo congreso internacional sobre estos productos, y los expertos han asegurado que el potencial es enorme. En 2050, se estima que la población musulmana llegará a 2.600 millones de personas. En 2015, los 1,9 millones de musulmanes que viven en España gastaron 2.421 millones de euros en comida y bebida.

Más de 200 empresas presentes en Alimentaria tienen alguna línea que desarrolla estos productos, entre ellas compañías tan grandes como Nestlé, PepsiCo o Unilever. El objetivo es captar un mercado que crece sin parar, aupado por una demografía y una tendencia de consumo al alza.

“Estamos viendo un gran crecimiento de productos halal”, aseguró el miércoles Javier Albarracín, coordinador del congreso y socio fundador de Barcelona Halal Services, en una conferencia sobre los retos del sector. Según él, la clave del éxito es que están creciendo las clases medias de los países emergentes de tradición musulmana, con lo que no solo aumenta la demanda, sino que también los consumidores piden más calidad.

Pero el mercado potencial no se ciñe solo a los practicantes del Islam o a los productos gastronómicos, sino que lo halal está en la cresta de la ola. Lejos de ser atractivo solo para los religiosos, estos productos se asimilan ahora a lo ecológico, lo saludable o lo higiénico.

Y tampoco se queda solo en la comida o la bebida. Halal es todo lo que no está prohibido por la ley islámica. Así, detrás de este término se esconden todo tipo de productos y servicios: bebidas sin alcohol, carne de animales sacrificados según las normas islámicas, cosméticos o experiencias turísticas. L’Oréal tiene productos halal, y muchas agencias de viajes ofrecen hoteles con horarios para las plegarias, salas para rezar…

“El turismo es importante para las clases medias musulmanas, que tienen mucho poder adquisitivo”, afirmó Adnan Halawi, director de la consultoría Salaam Gateaway. “La oportunidad en España es muy grande”, añadió. Halawi puso en valor la capacidad exportadora de España, y los beneficios que traerá la creación de un cluster de estos productos en Córdoba, un proyecto que prepara el Gobierno. En 2017, el valor de las exportaciones españolas ascendió a los 2.029 millones de euros. El próximo reto es unificar los criterios para la obtención del certificado halal. “Hay más de 1.000 organizaciones que dan la certificación, es importante unificarlas para que el producto sea seguro, respetuoso y de calidad”, advierte Albarracín.

Fuente: Agromeat

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